Se dice que este oráculo de las manchas nació en el siglo XVII en Francia aunque otros investigadores suponen que nació en la Arabia antigua, ya que fueron los árabes los que empezaron a utilizarlo como infusión, aunque ya lo conocían en Etiopía
En un comienzo los comerciantes europeos usaban esta mancia a modo de juego y entretenimiento. Pero sería un adivino florentino el creador del primer tratado o manual sobre el desarrollo adivinatorio de la cafeomancia, por lo que los italianos afirman que este oráculo es invento de ellos.
Videncia con el café.
Como en toda temática esotérica este oráculo necesita cumplir con una serie de pasos o requisitos que permiten llevarlo a cabo con total eficacia. Deberá ser café solo (no instantáneo) y como con otras técnicas se necesitará de concentración, especialmente cuando se lo esta preparando para poder proyectar la idea de que se lo utilizará como método adivinatorio.
Las manchas de café que quedan en la taza, luego de haber bebido pausadamente el café y dado vuelta la taza sobre el plato, serán las que nos proporcionen una serie de símbolos que deberán ser minuciosamente interpretados.
Con una buena lectura de la borra, podremos conocer el pasado, el presente y el futuro, obteniendo las respuestas a temas relacionados con el trabajo, el dinero, las relaciones sentimentales y afectivas; tanto de la pareja como de familia.